Cómo encontré yo mi nombre mágico

Estaba leyendo el blog de una amiga, donde hablaba de sus nombres mágicos, y se me ha ocurrido contar como conseguí yo mi nombre mágico, porque no fue de la manera habitual, normalmente la gente escoge uno que le parece especial porque es de una leyenda, diosa, personaje mitológico, etc, que le gusta, pero yo no conseguí, así que intenté otra cosa.

Antes de nada deciros que mi nombre mágico no es Dandelion realmente, ese es más bien un nick que escogí porque me gustaba. Pocos conocen mi nombre mágico, porque suelo seguir desde siempre una tradición gitana (aunque yo no soy gitana) que creo que encaja muy bien con la brujería y que dice que a los niños le ponen tres nombres: uno con el que le conoce todo el mundo (el nombre oficial), otro distinto es utilizado para nombrarlo en su comunidad gitana, y un tercero que sólo la madre y el niño conocen y cuando el niño nace, la madre se lo susurra al oído. Esto lo usan como un medio de protección contra magia negra y el mal de ojo, pero ya lo vemos en muchos tipos de magia, ¿nunca habéis oído eso de que cuando conoces el nombre de un Demonio, tienes poder sobre él?. Así pues, mi nombre de nacimiento es Isabel, la comunidad mágica de Internet me conoce como Dandelion, y mi nombre de Bruja, no suelo revelarlo, solo unos pocos lo conocen, lo siento.

Y ahora la anécdota: en 2003 cuando ya llevaba un año estudiando wicca, decidí tener ya un nombre mágico, porque me acababa de auto iniciar y ya era hora, bueno pues me lo tomé como algo muy serio, haciendo que el nombre escogido sumara un número de poder, echando las cartas para ver que augurio traía para mí ese nombre, pero ninguno de los que me gustaron como Morganah (le sume una h para que diera un numero de poder), Morwen (ni idea de que es pero me parecio bonito), Sombra (que ya lo he usado hasta la saciedad en otras webs) incluso, si Rowan ja ja ja, se de alguien que me va a pegar, pero creo que es porque tenemos gustos muy parecidos, en fin, ninguno de ellos era bueno para mí según el tarot, no armonizaban conmigo, pero bueno, por fín se me ocurrió entrar en estado de meditación y pedir un nombre, por si algún espíritu superior, o mi propio yo superior me podía ayudar, así que me relajé y me puse a meditar pensando en el problema, imaginando esa basta inmensidad oscura en la que entro, ese espacio, y de pronto escuché en mi cabeza una voz que parecía gritar desde muy lejos un nombre, en latín, y abrí los ojos flipando, y desde estonces, ese nombre es mi nombre mágico, y siempre lo será, bueno no es tan bonito, pero considero que me fue dado por algo. Después eché las cartas y ese nombre tenía muy buenos augurios. Así es como yo encontré mi nombre.
Es un texto original de Dandelion.