Literalmente “los que regresan”, del francés revenir, que significa “volver de
nuevo”. Son almas en pena que regresan eternamente a los escenarios de
terribles crímenes, de los que fueron víctimas o autores. La víctima retorna
para lamentarse de su destino; los asesinos porque sus fechorías les impiden el
descanso eterno. Los fantasmas de los asesinos pueden ser muy peligrosos para
los vivos, y conviene ahuyentarlos con un ritual de exorcismo.
En Haití, la isla vudú de las Antillas, los revenants son de
un tipo diferente. Se trata de los fantasmas de personas muertas que consideran
que los vivos se están olvidando de ellos y regresan para recordarles de manera desagradable que
aún siguen existiendo en otra dimensión. Un revenant puede refrescar la memoria
de sus familiares con acciones tales como volcar cacharros de agua hirviendo,
provocar enfermedades de la piel o hacer que los niños se pierdan en la selva.
Fuente:
Enciclopedia de las cosas que nunca existieron, de Michael Page y Robert Ingpen.
Muy interesante, Birken Hexe. En España tenemos al grupo Hepta, que se dedica a estudiar a estos revenants a través de su médium Paloma Navarrete y del trabajo de campo en diversas casas con fenómenos extraños. Argumentan que estos espíritus - a veces fantasmas visibles- son personas que no saben que han muerto y que necesitan que se les guíe hacia la luz, sobre todo a través de invocaciones a ángeles especializados en recogerles. También dicen que pueden tener algo pendiente de solucionar en este plano de la realidad, como un asunto sin resolver o que no pudieron despedirse de alguien. El tema de las víctimas sería que por la brusquedad del asesinato han quedado confundidas y ligadas al lugar, y quizá el de los asesinos sea algo parecido y no constituya un castigo el quedarse en ese sitio sino un sentimiento de culpa que les hace volver, como cuando nos asalta un remordimiento y no podemos quitárnoslo de la cabeza. Hay mucha casuística e informaciones de estos supuestos contactos espiritistas con el Más Allá -o en este caso Más Acá, jeje-.
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