Limpieza energética mediante la meditación

Este tipo de limpieza energética se puede hacer a diario y es fácil y útil. La aprendí hace muchísimos años, aunque con la práctica del yoga la he ido perfeccionando o la he entendido mucho mejor, y es una de las cosas que más me ha servido en mi camino. Y es una forma de mostraros de nuevo, que no tienen porqué hacer falta herramientas ni ingredientes. Haremos esta limpieza mediante la meditación y la visualización.

Antes de nada tengo que explicaros una cosa, hay muchas maneras de extraer energía, no solo se puede hacer mediante el enraizamiento como se suele hacer en Wicca, y por eso os voy a contar qué es el prana, un concepto con el que los que seáis yoguis estaréis familiarizados. 

El prana es la energía sutil que fluye a través y alrededor de nuestro cuerpo, es responsable de nuestra vitalidad. Los chinos lo llaman "chi", los japoneses "qi", pero en el hinduísmo y los practicantes de yoga lo llaman "prana". En el ocultismo y esoterismo se considera al prana como energía akashica, es decir, éter. El prana es absorbido mediante la respiración, los ejercicios de respiración hacen que el prana fluya correctamente y nos revitalicemos, y durante la meditación practicamos una respiración adecuada.

El tipo de meditación que vamos a usar en este ejercicio es la de "atención plena", se llama así porque prestas atención a tu respiración y a todo lo que sientes, como entra el aire, como sale, los movimientos de tu abdomen, etc. Y para la limpieza energética usaremos tanto la meditación, la visualización, la respiración y el prana.

Si sabes meditar será simple para ti, pero para los que no saben, simplemente siéntate en una colchoneta o cojín con las piernas cruzadas, la espalda recta, y los ojos cerrados, puedes poner las manos entrelazadas entre las piernas, o apoyadas en las rodillas con las palmas hacia arriba. Si no tienes tanta flexibilidad, siéntate en una silla.

Comenzamos con la respiración, meditaremos prestando atención a nuestra respiración, recuerda, la boca cerrada, se respira solo por la nariz. En cada inspiración por la nariz cuenta: "1, 2, 3, 4", y en cada espiración cuenta: "1, 2, 3, 4", para que la inspiración y la espiración sean igual de largas, con esto creas una rutina, absorbes suficiente aire, tus pulmones trabajan mejor y ejercitas la respiración de una forma adecuada. 

Mientras que inspiras y espiras mantén tu atención atenta a lo que sientes, sé consciente de cuando inspiras, y sé consciente de cuando espiras, sé consciente de como tu abdomen y tu pecho se elevan y luego bajan, se consciente de lo que sientes, por ejemplo en la zona de las costillas, de si el aire es frío, caliente o templado, y todo lo que sientas. Si vienen pensamientos a tu mente, sigue consciente a la respiración y se irán solos. 

Cuando consigas hacer esto bien, entra en juego la limpieza, la visualización y el uso del prana, no solo te vas a limpiar sino que también te vas a cargar de energía sutil.

Ahora imagina que cuando inspiras una energía dorada, que es el prana, entra en tu cuerpo y llega a todos los rincones, y cuando espiras una energía oscura, la negatividad, sale de tu cuerpo y se marcha. Repite este proceso una y otra vez durante toda la meditación. Si necesitas usar otros colores para el prana y para la negatividad, puedes hacerlo.

¿Cuánto tiempo meditar? Si empiezas, todo lo que puedas, hay gente que me explica que le cuesta muchísimo estar unos minutos meditando, y más si la visualización entra en juego, a otros no. Cuanto más practiques más tiempo podrás estar. Cuando meditas, con solo cinco minutos vas a notar la diferencia, te vas a sentir fenomenal, pero si puedes estar más tiempo, mucho mejor. Cuando tengas práctica realmente tu cuerpo te va a decir cuando es suficiente. Lo que sí es seguro es que este ejercicio lo puedes realizar todos los días y mantendrás una higiene energética fantástica.

He tenido que explicar muchas cosas, pero realmente es super fácil, los que mediten a menudo en seguida lo harán fácilmente. Espero que os haya gustado y servido.