Las piedras y cristales deben
limpiarse siempre antes de usarse, ya que recogen la energía del lugar donde
están, además si son nuevos pueden haber pasado por las manos de distintas
personas y absorbido su energía, y esta puede no ser conveniente a nuestro
trabajo. A continuación vamos a ver distintas formas de limpiar los cristales.
Hay muchos métodos para limpiar piedras y cristales:
Enterrarlos durante la noche o
durante un día entero, luego se sacan y se limpian con una brocha. Algunas
personas los dejan una semana, incluso un mes entero.
Pasarlos por un chorro de agua
corriente durante unos minutos. Hay que dejarlos que se sequen al aire.
Meterlos en un vaso o cuenco con
agua, si lleva un poco de sal mejor. También dejar que se sequen al aire libre.
Encender un incienso purificador,
como lavanda, pino, salvia o romero y pasar el cristal durante un rato por el
humo del incienso.
Poner el cristal sobre una geoda
o un conglomerado de cuarzo o amatista, y dejarlo allí un tiempo para que lo
limpie.
Usar una campana o un cuenco
tibetano para limpiarlo con el sonido.
Se pueden combinar varios de
estos métodos si se quiere.
¿Cómo limpiar cristales que son solubles al agua o son delicados?
Durante tu trabajo con cristales
irás descubriendo que hay cristales que se dañan si por ejemplo los metes en
agua, son solubles al agua. Los cristales que están formados por sal son
solubles al agua, y se desharán.
Para limpiarlos puedes utilizar
otros métodos que ya he enumerado, cómo enterrarlos o ponerlos encima de una
geoda.
Cristales que no deben limpiarse con agua:
Alabastro, ámbar, calcita,
carneola (carnelia, cornalina), cuarzo citrino, esmeralda, hematita,
labradorita, lapislázuli, lepidolita, malaquita, mica, moldavita, opalo, pirita
(es un metal), rosa del desierto, selenita, turquesa, ulexita.
Cargar los cristales
Una vez limpiados, los cristales
deben volver a recargarse de energía, para ello solo es necesario dejarlos un
rato a la luz del sol o de la luna llena. También pueden cargarse poniéndolos en
el centro de un círculo de piedras de alta vibración, cómo puntas de cristal de
roca.
Hay piedras que no deben
colocarse al sol
La razón es que son cristales y
aumentan la luz y el calor, y pueden provocar un incendio, ¿os acordáis del
experimento de crear fuego con la lente de una lupa o unas gafas que enseñan en
el colegio?, las piedras que son cristales harán el mismo efecto. Por eso,
nunca dejes cuarzos al sol, por seguridad.
Es un texto original de Dandelion
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