El aura es una especie de envoltura de energía vital que rodea a nuestro cuerpo físico, aunque no solo la tienen los seres humanos, todo lo que hay en la naturaleza posee un aura, los animales, las plantas, los minerales, etc. No se puede ver a simple vista, solo mediante la clarividencia, como una especie de halo de luz que irradia del cuerpo o del objeto. Es multicolor, su color puede variar de una persona a otra, o también puede variar según el estado de ánimo.
El aura rodea al cuerpo como si fuera un huevo de energía, extendiéndose hacia fuera del cuerpo al rededor de un metro a dos, los límites de donde termina no están bien definidos. Está formada por varias capas o cuerpos sutiles que están unidos o interconectados y se influyen los unos a los otros.
El aura muestra lo que pensamos, sentimos y en definitiva lo que somos, también puede hacer que nos repelan otras personas o que nos atraigan, debido a lo distinto de su energía o en definitiva, de sus emociones.
Ya que está hecha de energía se puede ensuciar al entrar en contácto con energías negativas, envídias o ambientes viciados. Si el aura está muy sucia o dañada, la salud de la persona puede verse perjudicada. Por lo que es bueno hacer limpiezas energéticas con frecuencia.
La creencia en el aura no es algo nuevo fruto de la new age, es una creencia muy antigua, creían en ella los antiguos egipcios, hindúes, griegos y romanos. Se ha creido en ella en muy distintas religiones, en muchas culturas se ha representado al ser humano rodeado por un halo de luz mística, esta creencia ha acompañado al ser humano desde hace mucho.
Hay personas que nacen con el don de ver las auras, son mucho más sensibles en este aspecto y pueden verla como una especie de neblina, y si tienen su don bien desarrollado pueden incluso ver hasta los colores y saber cómo es esa persona, si es buena o mala, su caracter, que le preocupa, que enfermedades tiene, etc.
Es un texto original de Dandelion.
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