Estamos acostumbrados a llevar
una vida tan frenética, llena de responsabilidades y de absurdas preocupaciones
y prejuicios que tienen todos que ver con nuestro entorno y nuestra sociedad.
Cómo paganos y como practicantes mágicos esto nos afecta mucho también. El
entorno, el tiempo en que vivimos, el acoso de las tecnologías, los horarios de
trabajo, nos alejan tremendamente de la vida natural. Incluso a menudo nos
dificultan nuestra práctica religiosa o ritual. Y a veces, solo hay una cosa,
que puede hacer que te olvides de todo, y esa cosa es volver a la naturaleza.
La mayoría de religiones paganas
están basadas en el culto a la naturaleza, para nosotros es muy importante
respetarla y cuidarla, y muchos de nuestros dioses, o de los espíritus en los
que creemos están relacionados con la naturaleza. Y si nos
alejamos, estamos haciéndonos daño a nosotros mismos. ¿Sabéis que una de las
razones por las que existen las alergias es que nos hemos alejado de la
naturaleza? Vivimos en bloques de hormigón completamente limpios, los niños
desde que nacen viven en entonos desnaturalizados y van creciendo sin que su
sistema inmunitario reconozca todas aquellas sustancias que están alrededor en
la naturaleza. Vivimos en un entorno limpio y a la vez lleno de productos
químicos y cuando volvemos a la naturaleza, todo nos hace daño, cualquier
sustancia simple e inofensiva puede hacernos daño, porque nuestro cuerpo no ha
crecido reconociéndola e inmunizándose.
Aunque a algunas personas les
suene raro, los seres humanos también somos animales, y tantas veces pensamos
que es muy triste tener un pájaro en una jaula, alejado de su entorno, de su
hábitat, y no nos damos cuenta de que lo mismo nos pasa a nosotros.
Cuando visitas la naturaleza es
saludable tanto para tu organismo como para tu espiritualidad. Ella es nuestra
madre, nosotros le pertenecemos y también la necesitamos. Y una de las cosas
que más me sorprende es como cuando tu cabeza parece que va a estallar por
culpa del estrés, solo una tarde en la naturaleza puede hacer que todo
desaparezca, que te liberes, que no pienses en nada. Porque estamos en nuestro
verdadero entorno natural, en el lugar que necesitamos para estar sanos y
felices.
Siempre os digo que me encanta la
sierra, los bosques me apasionan, los álamos negros, los helechos, los robles,
las madreselvas, etc. Pero ahora que es verano, también es tiempo para visitar
el mar, para disfrutar en el agua y sobre la arena, para relajarnos explorando
las dunas, para recolectar pequeños regalos de la naturaleza. Cada época puede
aprovecharse para visitar distintos lugares. Y todas las pequeñas actividades
como pasear, explorar, recolectar u honrar a tus dioses y espíritus nos harán
tener una mejor salud mental y física, y nos harán más felices como paganos.
2 comentarios:
Que razón tienes, ayer mismo me estallaba la cabeza de una forma increíble, en lo único que podía pensar era en tumbarme en la hierba, pegarme una ducha y tomarme una infusión de hierbas, ¡no hay nada mejor que la naturaleza!
Hola Isa! n_n
Puedo llamarte asi?? >-<
Pues si, desde chico me encantaba jugar en mi patio y con las criaturas que lo habitan, estar en contacto con ellos disfrutando de ellos, lamentablemente durante mis años escolares me fui aislando de eso, de los arboles y criaturas que me han visto crecer, y hasta hace unos años habia olvidado todo eso, debido a la fuerte incredulidad que me han inculcado, pero ahora estoy volviendo de a poco a eso, ahora durante las tardes soleadas (las que están viniendo de a poco ya que todavía no es primavera en donde vivo) lo mas placentero que me gusta hacer en esos días es escribir en mi Libro de las Sombras protegido debajo de las extensas ramas del enorme Laurel que me vio crecer, y cuando tengo aun mas tiempo libre me gusta pasar tiempo con el y con mi mascota y las plantas de mi jardín, cuidándolas y jugando entre ellas, como cuando era mas niño, es simplemente hermoso sentir sus compañías y cuidarlos como mis semejantes.
Saludos cálidos desde Argentina!
Un fuerte abrazo =)
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