Aunque este camino para mí empezó mucho antes, porque para mí abarca mucho más que "paganismo",
 y estoy segura que a muchos otros les pasa igual, llevan desde 
pequeñitos metidos en esto, a pesar de todo, este mes, agosto de 2017 
hace 15 años que dejé el cristianismo y me hice pagana, y quería dedicar
 en este blog algunas palabras sobre esta aventura, el camino hacia una 
vida en otra religión.
Algunos
 de los que entráis aquí me conocéis desde 2009, cuando hice mi primer 
blog pagano, otros me acaban de conocer este año porque precisamente he retomado mi otro blog, Ásatrú Hexefus, y veis mis entradas por todas partes, pero me gustaría contar un poco sobre mi vida "magico-espiritual",
 cómo lo he vivido todos estos años, al margen de lo que vean o piensen 
los de fuera, más que nada, porque ni yo cuento todo lo que hago ni lo 
enseño, así que pienso que los que miran desde fuera tienden a 
idealizarte, tanto positiva como negativamente. Aun así, esto va a ser 
un resumen. 
Todo
 esto empezó hace mucho más de 15 años, desde pequeña yo era rara, había
 mucho tabú a mi alrededor, en mi familia, les daba algo de miedo que 
podía saber cosas sin que nadie me las dijera, y les recordaba mucho a 
otras personas de mi familia que al parecer ya habían recorrido este 
camino, mis abuelos (por supuesto no eran paganos, pero os gustarían, 
todas sus historias os encantarían). Además tenía cierto tipo de 
creencias que ahora me hace mucha gracia recordar, porque son creencias 
que tenían los pueblos antiguos, y en concreto precisamente los pueblos 
germánicos, y genericamente me estoy refiriendo al pueblo oculto, 
vaettir o como los queráis llamar, pero eso queda para mí. 
Yo
 era una de esas personas que no se sentía cristiana, si os preguntáis 
que desde cuando, o que cuando me dí cuenta de que no era o no quería 
ser cristiana, fue con nueve años, cuando hice la comunión. Resulta que 
cogí la varicela y no pude ir a los ensayos (¡sí, ensayos!) para la 
comunión, y la hice porque ya no contagiaba, pero cuando llegué y me 
subí al altar, me quedé helada mirando a todos y pensando que nos habían
 mentido con su promesa de que iba a ser algo trascendental y un momento
 único en la vida, porque allí solo había un grupo de niños disfrazados,
 haciendo una coreografía que les habían enseñado y leyendo los textos 
que les habían mandado leer, y nada más. Me sentí engañada, y a partir 
de ahí, ya no me creí nada más de esa religión, eso sin contar, que su 
dios no responde jamás a tu llamada, no hace acto de presencia, ni nada 
de nada, y los dioses de mi religión (Ásatrú) me han demostrado que existen, por 
ello yo siempre he pensado que el dios cristiano no existe. Incluso 
en aquel momento, en aquel altar, porque no creo en las coincidencias, 
pienso que tuvo que pasar, para que yo me diera cuenta de que no debía 
ser cristiana, para poder mirar desde fuera con objetividad, libre de la
 programación mental que te hacen, que llevaban semanas haciéndole a 
esos niños, y yo mientras estaba libre, en mi casa en la cama. 
Desde
 muy jovencita empecé a interesarme por lo oculto, por las energías, la 
parapsicología, los espíritus, y mil cosas. Muchas veces os he dicho que
 empecé con la cartomancia con 12 años, así que no os extrañe ver en mis
 redes sociales fotos de Tarot, a pesar de ser asatruar, forma parte de 
mí, no lo dejaré aunque no pertenezca a mi cultura. Eso sería como no 
poder cultivar cactus porque no existen en los países nórdicos.
Pero seguí, y seguí, con mis cosas, como suelo denominarlo "explorando" y aprendiendo, sacando libros de la biblioteca de la capital, comprando lo que podía con la paga que tenía. Pero fue justo hace 15 años cuando tomé la decisión de dejar el cristianismo,
 
aunque el paganismo lo descubrí un año antes, y estuve investigando y 
aprendiendo. ¿Por qué decidí dejarlo entonces? cuando ya llevaba un 
largo camino recorrido, y haciendo mil cosas prohibidas por el 
cristianismo (cosas de brujas), pues porque no sabía realmente que había
 otras religiones, religiones que intentaban ser como las antiguas 
religiones de nuestro continente europeo. 
Obviamente,
 como todos en aquella época, descubrí que era la Wicca, había cosas que
 no me gustaban, por ejemplo creo que una de mis primeras frases fue "¡pero si yo no quiero ser sacerdotisa!". A mi lo que me interesaba era la brujería, desde siempre. Y me gustaba lo nórdico, eso estaba claro, porque gracias al Futhark de Edred Thorsson, ya había hecho mis runas y descubierto muchas cosas. 
En tema de dioses elegí los nórdicos, porque aunque muchos se ríen cuando uso la expresión "recibir la llamada",
 y me da igual, porque si se ríen es porque no les ha pasado, para mí 
esa llamada fue con Odín, y bien fuerte, fue una experiencia 
impresionante para mí. Pero al principio no sabía que era Ásatrú, y 
empecé con Wicca a pesar de que no me daba buena sensación, porque en 
muchas cosas es un poco opuesta a como yo trabajo, o a las cosas que 
creo. 
Cuando
 descubrí Ásatrú, me di cuenta de que era una religión muy seria, 
encontraba textos históricos gigantes, pero nada para los que empiezan, y
 seguí en Wicca. No me da vergüenza admitir que experimenté con muchos 
dioses de varias culturas, ¿cómo vas a saber sino que dioses son mejores
 para ti? Y hacia los últimos años volví a los dioses nórdicos, 
empezando por Odín. Pero como les pasa a muchos, mi camino no era el 
wiccano, porque entonces hubiera armonizado con ese camino, lo hubiera 
entendido y no hubieran sido todo peros por mi parte. Y en enero de 2011
 empecé en Ásatrú, dejando completamente atrás Wicca, porque no es lo 
mío, le duela a quien le duela, que hasta me han insultado y dicho cosas
 bien fuertes por no querer ser wiccana, o por hacerme asatruar.
Aquí
 me siento bien, a veces te encuentras con gente muy dura y exigente, y a
 veces me sorprende que la dura y exigente soy yo. Es difícil que te den
 una oportunidad, supongo que porque hay personas muy comprometidas con 
esta religión que no quieren que todo se convierta en un chiste o que se
 desmonte su trabajo.
Espiritualmente
 yo encajo aquí, no podéis imaginar a que nivel, he trabajado por la 
mañana y por la tarde sin tener tiempo para nada, he estado muy enferma,
 he pasado malísimos momentos, y en todo ese tiempo yo sé que mis dioses
 estaban conmigo, y he tenido contacto con ellos, y he tenido el nombre 
de Odín en mi boca cada día, por mil razones distintas, incluso medio 
dormida, o en la cama muy enferma. 
Cuando
 no tenía tiempo en absoluto, en vez de esos altares que a veces monto, 
que en realidad no son lo más importante y si un mes no los puedo hacer,
 tengo otras maneras para honrar a los dioses, cuando no podía, yo hacía
 un symbel para mis dioses, para mis ancestros, y para muchos otros. 
Durante
 muchos de estos años, desde 2009, muchos me han acompañado en este 
camino, porque soy bloguera, y muestro muchas cosas, y porque sin querer
 o incluso sin darme cuenta, tiendo a enseñar a otros, supongo que esa 
es mi misión en esta vida. Mil veces os doy las gracias a todos los que 
lleváis tanto tiempo acompañándome, a veces me sorprende un montón las 
cosas que me decís, o que me recordáis de otros tiempos. 
Pase
 lo que pase, les guste a los demás lo que haga o no, me crean mejor o 
peor, me crean apta o no apta, me acepten o no me acepten, muestre o no 
muestre en las redes sociales lo que hago, yo me quedo aquí, para mí Ásatrú es la religión que vivo y siento en cada momento y la que veo que 
encaja conmigo. Y aunque algunos piensen que llevo muchos años con todo 
esto, esto no es nada, queda una vida por aprender.  
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