Signos del vidente potencial:

El siguiente texto, es un fragmento extraído del libro Manual de las artes adivinatorias, como predecir el futuro de Marisa di Bartolo, me encanta lo tengo en mi Libro de las sombras copiado, y menos lo de los orgasmos, estoy de acuerdo en todo, porque me veo reflejada totalmente.

“Algunas personas creen que existen signos externos que resultan útiles para reconocer el potencial vidente. Por ejemplo, la mirada frecuentemente ausente, como dirigida a algo que está más allá de las apariencias. Otras señales serían una gran flexibilidad de las articulaciones, especialmente tobillos difícilmente controlables: el sujeto se tuerce fácilmente el pie o tiene tendencia a tropezar. Además, durante toda la vida mantienen algo de infantil tanto en el ánimo como en el aspecto. Según Roheim, el vidente tiene dificultad para alcanzar el orgasmo. Es más, para él (o ella) puede resultar un hecho raro o desconocido durante toda su vida.

En el ámbito doméstico las dotes del vidente suelen manifestarse cuando aúnes jovencísimo. Son sobre todo las madres quienes perciben muy pronto el peso de las anticipaciones de los nietos dotados, que enseguida se convierten en preciosos consejeros. Estos muchachitos pueden resultar en la escuela un poco atontados o apáticos, pero no necesariamente incapaces de conseguir los mismos resultados que los otros, aunque hablen poco y, a veces, hasta con dificultad. Pero cuando van a contestar a una pregunta respecto al futuro o sobre cosas ocultas, en primer lugar no se extrañan en absoluto de tales interrogaciones y hablan profusamente, con abundancia de detalles. Después aparecen cansados, hasta el punto de que con frecuencia se duermen.

Quien se da cuenta de que tiene un vidente en su propio ambiente familiar, jamás debería aprovecharse de ello. Si se le importuna excesivamente, el vidente puede convertirse en soñoliento, desagradable y con tendencia a encerrarse en sí mismo. Tiene necesidad de un gran espacio privado, comida cuidada y ligera, mucha amabilidad. No se le ha de reñir porque duerma en exceso. Por lo general, sabe lo que hace y logra organizarse perfectamente durante el resto del día.

El vidente en casa ha de ser preguntado sin excesivo énfasis, hablando normalmente del problema, como por causalidad, como si la cuestión formara parte de una conversación ordinaria. Conviene estar muy atentos a la menor palabra, que se ha de escuchar sin jamás interrumpir al vidente, hasta tener la seguridad de que ha dicho todo cuanto quería decir. Sólo entonces se le puede hacer alguna pregunta para comprenderlo mejor. Apenas el vidente dé señales de cansancio, conviene acabar la conversación. No hay que extrañarse si un momento después el vidente o recerca en absoluto nada de lo que ha dicho.”