Depura el cuerpo y el espíritu. Mantiene alejadas las energías negativas. Aguda a la concentración, aumenta las cualidades analíticas, la lógica y la introspección. Atrae la suerte. Refuerza la fidelidad de las parejas. Aumenta la fertilidad de las plantas, se usa mucho en jardinería y para obtener buenas cosechas. En rituales de amor contra el rencor y la envidia. Aumenta la fuerza y el coraje. Se usa en rituales de protección contra la brujería, los demonios y la posesión perversa. Asienta las energías y aporta equilibrio.
Ágata bandeada: protección, restituye la energía del cuerpo y alivia en situaciones difíciles.
Ágata de encaje azul: (de cinta azul)paz, felicidad. Para deshacerse de la tensión se coge en la mano. Mantenerla cerca cuando tenemos situaciones difíciles. Calma la atmósfera y las tensiones familiares si la ponemos rodeadas de velas azules.
Ágata musgosa: el talismán del jardinero. Se usa en jardines y huertos para la fertilidad. Transmite energía a los desvalidos. Atrae el dinero, la felicidad y una vida larga. Atrae amistades. Libera bloqueos y dificultades espiritales. Ayuda a los intuitivos a canalizar su energía de forma práctica. Y a los intelectuales a tener intuición. Mejora la autoestima. Fortalece la personalidad. Liberad el miedo. Promueve la comunicación.
Ágata de Botswana: ayuda a dejar de fumar. Busca soluciones en lugar de soportar problemas. Te ayuda a explorar territorios desconocidos. Libera de la represión. Ayuda en la depresión.
Ágata dendrítica: trae abundancia y plenitud. Aumenta la fertilidad de las plantas, también se usa en jardinería. Crea un entorno pacífico. Profundiza con la conexión con la tierra y los vegetales. Trae perseverancia.
Ágata de fuego: calma, y aporta seguridad. Da apoyo en tiempos difíciles. Protege de malas intenciones. Proporciona un escudo protector que devuelve el ataque a quien lo envió. Favorece las relaciones sexuales. Estimula la vitalidad. Disipa el miedo, infunde seguridad. Útil frente a adicciones.
Ágata roja: (o ágata sanguínea). Fomenta la paz y la tranquilidad.
Ágata rosa: promueve el amor entre hijos y padres.
Ágata parda o tostada: vencer una batalla. Triunfar en cualquier empresa. Protección contra el mal de ojo. Talismán para la riqueza.
Ágata verde: potencia la flexibilidad emocional y mental, ayuda a tomar decisiones. Resuelve disputas.
Ágata negra: protege. Aporta coraje y competencias exitosas.
Ágata blanca y negra: protege de peligros físicos.
Fuentes:
La Biblia de los cristales, de Judy Hall
Enciclopedia de cristales, gemas y metales mágicos, de Scott Cunningham
2 comentarios:
¿Energías negritas?
jo, no se como ha ido a parar eso ahí, son las energías negativas, jajajjaa
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